viernes, 1 de julio de 2016




     Disculpa que insista en los bosques pero cuál será tu danza, cuál será tu manera de sonreír a qué clase de impúdicos imprevistos que esperabas. Tu boca, el coqueteo de la luz en tus mejillas, tus lágrimas sin ánimo de ofender cómo disimularán mis conflictos.
     Con la ayuda de Greg Ponthus acerco las orillas. Una niña que no conozco me mira porque mis abrazos no le dicen nada, le digo que pronto, muy pronto, y a ti te duele porque es hija tuya y sabes que nunca será mía. La niña no dice nada, sólo agacha la cabeza, puedo ver en sus ojos la tristeza de las ardillas, abraza su árbol favorito, y desaparece.





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