jueves, 31 de agosto de 2017




     Digo la luz que nos da calor y cariño, y os la propongo como forma de llorar a quienes nos quisieron y descansan ahora bajo un manto ancho de tierra húmeda. Digo la mañana después de una noche larga de inquietud y pesadilla; digo poesía y ojalá, sin necesidad de pronunciar una sola palabra, viviera entre nosotros.