viernes, 1 de diciembre de 2017




-Abrígate, esta noche ha helado.
-Es la delicada urgencia del rocío, mamá.














miércoles, 29 de noviembre de 2017




     Abrió los ojos, se vio de pronto a solas con sus circunstancias y ante el no saber cómo era posible que otra vez estuviera de vuelta al mundo dijo poesía, yo soy el poeta. Quién podría oírle. La sombra larga que atraviesa los pasillos no es tan larga como mi propia sombra, sollozaba. Jugué a ser Dios y nadie tan hábil como yo para no creerme. He roto los esquemas de lo que de mí se esperaba, les he fallado, y he reído en un intento de mostrar orgullo. De haber sido más franco, mis amigos aún seguirían conmigo.
Volvió a cerrar los ojos, y al hombre bueno e insubordinado que un día fuera cómplice de él mismo, dos en un mismo cuerpo, nada le dolía sino lo que a todos, igual que el resto, dormir de la misma manera, no tener otra que adaptarse, coger aire, y esperar.




lunes, 30 de octubre de 2017




     La novia de los dieciséis años, por ejemplo, las butacas de atrás en el cine, el primer coche, el amigo al que nunca es necesario escribir para decir que estás mal, y el desconocido que siempre da mucho más de lo que tiene; en todos estoy y todos perviven en mí. Pero la vida se ha cebado con mi hondura, me ha traído fiebre y decepción, me ha ofrecido la oportunidad de escribir un bonito diario a la altura de mis poetas favoritos que rompo por completo cuando casi estoy a punto de salvarme, de decir estoy curado y soy feliz. Y ahora tengo que empezar de cero pero cómo, porqué sino porque para vivir un año es necesario / morirse muchas veces mucho.











viernes, 20 de octubre de 2017




     En cada vena importante / tengo una herida involuntaria. Aún -otra vez- escribo poemas como los de antes. Sin embargo muevo los labios pero no hablo, lavo mi cuerpo y todavía no lo reconozco, puedo seguir andando pero no quiero.










viernes, 1 de septiembre de 2017




     Al final todo se resume a echar de menos a la persona que amas os separen sesenta kilómetros o la minúscula caricia en tu espalda de sus pestañas. Entonces lo que la luz de las primeras horas del día dice de ti lo atestiguan los animales del bosque. También Jorge Boccanera: Entre el ojo y la mano hay un abismo. / Entre el quiero y el puedo hay un ahogado.







jueves, 31 de agosto de 2017




     Digo la luz que nos da calor y cariño, y os la propongo como forma de llorar a quienes nos quisieron y descansan ahora bajo un manto ancho de tierra húmeda. Digo la mañana después de una noche larga de inquietud y pesadilla; digo poesía y ojalá, sin necesidad de pronunciar una sola palabra, viviera entre nosotros.








miércoles, 26 de julio de 2017




Soy de los que, sentados a la mesa, miran frecuentemente una tajada en el plato y no la tocan. No siempre es el pedazo de comida más grande ni resalta por su buen aspecto pero, si desaparece, continúo mirando seria y perturbadamente el plato hasta que no tengo más apetito o recibo en el teléfono un mensaje de C. Lo primero que pienso antes de retirarme de los lugares donde se me quiere por lo que soy es: si, arrepentido vuelvo, si recuerdo y con el rabo entre las piernas regreso y ese trocito de carne sigue ahí, como el que sabe que un día pasará hambre y echará de menos ese puñado de artificio que no comió, tampoco esta vez seré yo quien lo coma. Es como si me causara un tipo de placer verlo ahí, solo y olvidado, deshaciéndose muy despacio, imperceptible sólo a lo largo de un tiempo del que no dispone, en el plato de la vida que a todos nos ha tocado y que a ninguno, estoy seguro, nos darán la opción de repetir. Y no sé si tiene mucho que ver, ni siquiera si habéis entendido lo que quiero decir pero, sigo defendiendo la idea de que no pueden ser amigos quienes vienen del amor.



*In a French Hallway, de la artista británica Liza Hirst. Óleo sobre tabla de madera.




viernes, 30 de junio de 2017




     Con lo bien que le quedaba soñar, el tiempo florecido, a espaldas de la tarde, pestañas sofocadas cual incendio provocado, o tormenta de verano, sólo ruidosa, apenas chubasco prometido: no le queda más que observarlas cansadas de mantener un inútil vuelo; ya se sabía que de tanto y tan pronto. Y la costumbre de convertir, oníricamente, el deseo en chicle indigerible; y va osado y se lo dice: te amo. Y ella disimula bien que le importara, como si todo lo que le importa es que él esté bien, al menos, pero mantenerle ahí, como los trenes, y luego está el cuerpo ahogado de Storni resistiendo el alma, escribe cuentos para ella misma / para sujetarse y en un hilo ni de leyenda ni de vitalidad espera multitud de aplausos. E ir, el niño bueno irá pero cuándo.




lunes, 12 de junio de 2017




A la hora de comer, recordaba con mamá aquella tarde de feria en que el motor de gasolina que servía para que funcionaran las luces del mítico puesto de libros, formó un gigante diablo de polvo; este levantó con tal fuerza hacia nosotros que temimos no vernos más, pero no nos lo dijimos: ambos preferíamos mantenernos en ese silencio del que da las cosas por sentadas. Era increíble cómo decenas de libros de todas las épocas y temáticas daban su tranquilidad por nosotros, volaban tan alto que hacía pensar, ocasamente, en los amores perdidos. A partir de aquella tragedia aparentemente inofensiva ninguna tarde de feria valió la pena.




viernes, 2 de junio de 2017




     Años y años de intratable melancolía, ojos henchidos -sólo cuando los ojos que saben mirarlo- de antivitalidad y desesperanza, el niño es azotado siempre por cosas contrarias a las merecedoras, impropias de estos parajes, de esta edad en que bien se disimula cualquier cosa haciendo apenas amago de abrir la boca. En cambio es maduro para su edad, y aquí una pequeña muestra de los amargos, por certeros, pensamientos que lo eluden de cualquier otra actividad matinalmente desamparada de amor y gozo: No sabemos porqué seguimos. Algunos, como yo, somos jóvenes, demasiado más jóvenes que otros. Acabamos acostumbrados al dolor y creemos, hasta que de pronto la definida línea en las costuras del alma supura un líquido intransigente, que nos hemos curado; ahora sonreímos porque nos hemos hecho creer a nosotros mismos hasta el fácil convencimiento que uno de los síntomas más claros de que hemos madurado es que hemos aprendido a mostrar alegría sin miedo delante de la gente que nos quiere, y así, cada vez con más frecuencia: no somos débiles. Decía José Hierro "Cómo puede ser bella / flor que tiene recuerdos". No puede, yo sólo soy un niño, te transmito mi sentimiento; yo no he elegido mi color, ni la forma que tiene el mundo de mostrarme el espíritu de las cosas inmateriales, ni mi ternura. Yo lo miro fijo, sé que en una de estas el niño saca la pistola y acaba conmigo, le conozco veinte y ocho años y no ha conseguido que me vuelva loco. Siempre es demasiado tarde para la locura, nunca para otra soledad ni otro abandono.




jueves, 25 de mayo de 2017




     Días hay y horas tempranas en que no te preguntas constantemente algo. Hay una cabeza que da vueltas / días como ferias que nunca debieron ser un acontecimiento. Hay un niño muerto, ¿un sueño que empezó demasiado tarde, o demasiado pronto? Hacía calor y las nubes pesaban, de tan cálidas, infame, niño vivo, insurgente con la gente que amaba. Hay un cristal como nubes que rompen en llanto de hipocresía, un hilo de sangre que sus amigos no comprenden porque no han visto. Y un cristal vacío de transparencia y de cuento.









martes, 23 de mayo de 2017




     Para hablar de la tarde en que la conocí me voy a lavar las manos y me frotaré los ojos con sumo afán. Habían prendido fuego a las casas viejas del barrio noble y los viejos del lugar andaban buscando culpables que dieran cuentas. Mi familia y mis amigos ya se habían despedido de los que a su vez creyeron siempre que nunca les faltarían y, como el que a falta de lo que siempre olvida lo tiene todo preparado, haciendo así con las manos entonaban aquello de Miguel Yo no quiero más luz que tu cuerpo ante el mío antes de dejarnos solos hasta hoy. Nos habían destituido y quedaríamos encantados con aquello: tú, con tu trabajo y la alegría de querernos; yo, con todos estos lagos y estos cuentos.




miércoles, 17 de mayo de 2017




     Y tu voz qué, y el color de mis mejillas cuando suena tu voz: el sonido de tu voz como las manos de una niña que acaricia su gato y su perro y no sabe que las guerras están ahí, afuera, que de pronto estallan y se derrumban catedrales altas y familias enteras. Mamá dice que le parece muy bonito lo nuestro y que desea con ganas que sea duradero; esta mañana entonó un ¡Oh, qué bonito es el amor! cuando me escuchó hablar contigo por teléfono. Ya había amanecido cuando, una violenta tormenta inesperada cruzó los cielos de Almagro. Salí a llevar a mamá al trabajo, árboles han quedado sin fruto y niños piden por favor ir acompañados al colegio.







     Estar sentado en esta piedra, al borde de la cama, pensando; estar sentado en este duro trance que toda relación de amor conlleva. En alguna parte alguien sostiene su corazón entre las manos mientras piensa en una mujer que sólo defiende su plato de comida. Antonio Colinas, el poeta viajero, se pregunta: ¿Recuerdas nuestras manos en el agua?
   Estar sentado en esta piedra, cariño mío, abrazarte con mi voz cuando mi cuerpo no alcanza. Siempre habrá un momento como este. Siempre estar sentado en esta piedra, al borde de la cama; tener escritas -a veces publicadas- unas pocas líneas para cuando enseñes al mundo la maravilla de tus ojos dorados.




lunes, 15 de mayo de 2017




     Ser casa y sorprendernos con la mirada perdida en alguna de nuestras propias ventanas altas. Ser como Ernestina Quiero llorar: no sé; / quiero reír: no puedo. Ser ningún dolor, ninguna lástima. Sentirte grande agujero en la tierra gris y no acertar a decirlo. Escribir un cuento cada mañana, aunque no podamos -¿podemos?- tener niños.
















viernes, 12 de mayo de 2017




     No me opongo a tu canción, la canto. No me opongo al parque de naranjas ni a los niños que tal vez no concibamos bien por inmadurez o bien por la dificultad de los cuerpos. Cisne, azul cielo; orbe entera. Cómo puede ser bella / flor que tiene recuerdos. Presta atención a mis ruidos, mantenme caliente en tu cárcel. El agua de la ducha caía a toda prisa y ardía sobre mi cuerpo desnudo / alegre de saberte en la misma habitación, al otro lado de la puerta: Hello from the other side. Estábamos en Madrid y nadie más. Hello from the other side. No me opongo a tu canción, la canto. No te opongas tú al goce de ser la única persona a la que dejo escuchar el llanto de los pájaros negros.




jueves, 11 de mayo de 2017




     Acaso haya llovido tranquilidad esta noche o sea yo que todo acostumbro a verlo con ojos serenos cuando soy feliz, al abrir los ojos, me he sentido niño al que nada le importa: ni guerras, ni fríos, ni avasallamientos. Tú mataste a Sherezade / para liberar a todas las mujeres. Valiente y caminante, fructífera y fértil. Quien te quiera habrá de someterse al calor de tus aspiraciones. Ser la vil moneda que paga acariciarte con alevosía. Amar el negro que redime, muera la nochesinsentido. Tú mataste a la serpiente que danzaba en un extremo del bastón de Baudelaire frente a los ojos de su esposa.




miércoles, 10 de mayo de 2017




Luce el sol, pero emocionalmente llueve; emocionalmente llueve como quien dice: mañana no me va a dar tiempo. Se tienen motivos para ser lo suficientemente feliz como para abastecer a varias familias. Nueve y cuarto de la mañana —¿entonces porqué tanto desprecio? ¿porqué juegas a la indiferencia, ya no eres mi amor?— y qué si el color de tus mejillas ha desaparecido, si no me dices ven que te vea, si la flor de tus pies avanzan y yo no sé que avanzan.












martes, 9 de mayo de 2017




     Increíble cómo uno puede decir cualquier cosa y escucharse sin necesidad de salir de sí mismo o de estar en otro sitio, alejarse; nos aburren los cambios, nos aburre escribir literatura, pero nunca nos aburrimos de descubrir con asombro nuevo qué somos capaces de alcanzar por nuestros propios medios, con una voz que nos define y nos da la forma deseada -plastilina somos entonces en las manos de los niños- y nos acompaña.





lunes, 8 de mayo de 2017




     Quitarse importancia. Tenemos derecho a hacerlo y soñar despierto no es otra cosa: nos hemos visto caminando juntos / ambos mirando los pies del otro y cuando nos hemos mirado a los ojos nos hemos visto sonriendo / felices / por la sola tranquilidad de estar y ese silencio -para que nuestras sonrisas sean- lo disfrutamos. Quitarse importancia, demostrar que estamos vivos, que nuestra sangre discurre caliente por nuestras venas / prolongación de las líneas de la vida de la mano del otro. Cruzarnos con algunos amigos: saludar a unos, hacer como que olvidamos a otros.




viernes, 5 de mayo de 2017




     Años, incluso, que no soñaba que vuela. Largo tiempo fue sueño recurrente. Antes por placer. Pero lo de esta noche ha ido mucho más allá: se exhibía, no tenía alas y las exhibía. Cuando más gente había volaba, volaba y callaba, miraba por encima del hombro, y sonreía. Lo de los sueños del muchacho es para comentarlo. Si no tiene qué hacer, inventa paisajes altos con montañas claras para hacer que no le importa que siempre se rieran de él. Sabe que cuanto más rápido mueva los brazos más ascenderá sobre los demás, que cuando pare, como todas las caídas, como todas las caídas. Que cuanto más rápido mueva los brazos.








jueves, 4 de mayo de 2017






—¿Les echo de comer para que se acerquen? 
Por no decir cualquier cosa, porque cuando estoy tranquilo y feliz conmigo mismo se me nota en cuanto digo, preferí callar. No, espera, dije sí.
—Vale, —dije— y sonreí.
También recuerdo que en un alegre intento por que ella sonriera, porque bien sabe dios que no me gusta sonreír solo, añadí:
—¡Uy! Si tengo la cámara apagada. 
Es evidente que era broma. Logré fotografiarlos. Olía a libro viejo, a antiquísima memoria de los más ancianos de Madrid. Me volví hacia las casetas de la feria y seguí buscando algunos títulos de Alejandra Pizarnik. La miré. Ella seguía comiendo de aquella bolsa de patatas, era gracioso ese movimiento y por un momento sentí como si todo lo que me importara fuera el hambre de los que pasan hambre en el mundo.







     Hay posturas al dormir, conductas tras las cuales no somos los mismos, obrares de la gente que conocemos un día y desaparecen, emociones que llevamos escritas como destino, y hasta incluso gestos cotidianos con algunas partes de la faz, que producen sus propios ruidos. El moverse mamá de punta a punta del pasillo, el discurrir de los primeros minutos de la mañana o el pararse a escuchar los pájaros de todos los días, el silencio ecófilo que dice que también hoy te echaré de menos y la coma impropia que separa lo que está bien dicho de lo que no, la mirada del miedo, la siempreprisa del tiempo, la conjugación preciosa de tu cuerpo junto al mío tardes que ya han pasado y que, aunque otras vengan, nunca volverán. Hay posturas rotas como silencios sobrecogidos. Al dormir, y también al decirnos que estamos despiertos. Y terminar esta carta como todas, con unos versos increíblemente grabados en la memoria: Unos tuvieron el amor que pasa. / Otros tuvieron el amor que dura, Carmelina Soto.




miércoles, 3 de mayo de 2017





Tres de Mayo de 2017

Entre la espesa hojarasca, en lo más profundo de la hiedra que cubre el arco de la entrada, no cabe un nido más. A juzgar por la música que viene del interior, intuyo unos veinte y cinco o treinta nidos habitados. Imagina, querida, no sé cuántas parejas de gorriones y otras tantas de jilgueros colorines, cantando al unísono sus dispares melodías, en acorde con la primavera rotunda que los ha traído. Imagina que pudiera llevarte estos paisajes a las macetas de tu ventana.












martes, 2 de mayo de 2017




     No todas las personas desnudas están sin ropa. María bonita. A todas las personas desnudas se las puede despertar por la mañana con un beso en la espalda pero no a todas las personas sin ropa. Dejan que las mires, cierran los ojos como una niña tímida que se hace la remolona antes de que podamos verla comerse el mundo, así con las manos en la cara, y dejan que beses su espalda, pierna abajo, hasta sus pies y -pescadilla que con pasión se muerde la cola- vuelta a empezar. -Si le quieres díselo, anunciaba el escaparate de unos grandes almacenes. Alguien dirá que no te diste cuenta porque caminabas segura y recta. Y sonaba una canción, la que siempre suena.




viernes, 21 de abril de 2017




     Los ciclos de las cosas terminan cuando uno empieza a hacerse preguntas. La conociera en marzo o mucho antes, las inseguridades y las promesas mal efectuadas ya habían terminado con la relación. Siempre empezó a llover / en la mitad de la película decía Cortázar. Este estar siempre pendiente del otro lado, de lo que no se ve, de lo que aún no ha sucedido y seguramente nunca sucedería para uno mismo para con su poética está bien, lo odioso viene cuando compartes vida con alguien: la flor que te llevé tenía / una araña esperando entre los pétalos.




jueves, 20 de abril de 2017




Podríamos ser como ellos. Ocupan el lugar de las máquinas. Estuve en el banco esta mañana y al llegar a casa ya parecía que lo tuvieran todo hecho, eran dos y una paloma. Tras el ruido del motor del coche, a uno de los gorriones, al que portaba en el pico una fina rama, al que echó a volar primero pude verle mirarme, que volvía los ojos atrás, y como el que huye de un comentario que no quiere escuchar entré a toda prisa, como el que sabe que un día fue feliz por cosas aparentemente mucho más pequeñas que mirar a un par de gorriones jugar en la mañana o plumamente tiritar de brisa, y suspiré bajito, recordando que sólo yo llevo el timón de mi vida y que para que la gente que me rodea sea feliz, he de ser feliz primero. Y de esto hace apenas unos minutos.




miércoles, 19 de abril de 2017




     Papá dice que ha muerto el vecino, el de las manos atrás al caminar, el de los largos paseos de extremo a extremo de la acera mirando el reloj como el que desespera. Estábamos comiendo. Inmediatamente me he sentado a escribir para hacer memoria de aquellas conversaciones largas tardes de verano, al sol, los dos haciendo como que escuchábamos al otro sin necesidad de entender una palabra, sin ni siquiera mirarnos, sólo pendientes del correr del sol a ras del suelo hasta que esta silueta chocaba con nuestros cuerpos, entonces sabíamos que era el momento de mover el banco unos metros atrás. El hombre era mayor, llamaba a la puerta de la casa para que le encendiera el fogón de la cocina o consiguiera que el perro volviera a entrar. No hace muchas mañanas, el pobrecito lloraba porque el fuego en el que su hija menor había puesto a cocer la leche para el desayuno antes de marcharse a la misa de las nueve se le había apagado; me preguntaba entre sollozos cómo era posible que un continuo chorro de gas se apague tan sólo con una corriente de aire. Y yo sólo miraba, siempre aprendiz de todo, sus barbas. Las barbas de los hombres cuentan historias. Yo respondía a todas sus preguntas mediante gestos sencillos y él siempre creía que estaba intentando decirle que se quitara una pestaña de la cara o que ya asomaba otra vez el verano.




martes, 18 de abril de 2017




Se te ve en los ojos el estómago. A veces es sólo la mujer que amas que acaricia a otro hombre. El médico dijo que te relajaras, que las cosas del corazón navegan a través de los líquidos internos y si encuentran aposento él puede escuchar por las noches millones de enfermos gritar su nombre. Se te ve en los ojos la deflagración, el bosque/parque infantil que nadie vigila por las noches y es un no saber o un saber demasiado. E insisto, a veces no es tan maligno; es sólo la mujer que amas que acaricia a otro hombre que sabe que las cosas del corazón si no te matan, te imposibilitan para siempre.










miércoles, 12 de abril de 2017




     Despertar a las cinco de la mañana como si algo no marchara bien, en pérfida oscuridad abrir y beber de la botella un grito profundo, como si la noche quisiera que fueras testigo de algún desastre amoroso, con ese aire de porcelana oscura y esbelta, o de algún desvarío de los buenos recuerdos que nos quedan, te tiende sus demonios y no tiene prisa en que se los devuelvas, como despertar en el tiempo pero no en el lugar, y no haces nada, ni te mueves ni le escribes, no vaya a ser que diga adiós, por lo que cierras los ojos y repites cien veces el nombre de cualquiera que te garantiza que no es seguro que por ley casi natural todos los amores se olvidan.




lunes, 10 de abril de 2017




     Quisiera haber despertado con un / beso en la espalda y, en lugar de eso, despertó / llorando y, aun a su lado, solo / como la paloma que a través de la ventana / desde la cama divisaba / posarse en esa antena más cerca / siempre del suelo que / del entendimiento. Desenfocaba. Es triste / que te hagan sentir solo al despertar, que no / tengas más remedio que ahogar la pasión / en una bañera extraordinariamente desconocida / y blanca recuerdo / resbaladiza como su voz detrás de la puerta. / Ahogar la pasión en aguas que pierden / su temperatura por los emocionales poros / del llanto. A mí, que se me quiere / poco cuando lloro y que solo intentaba / despedirme de ti a la manera de / los charcos o de las cataratas profundas.








viernes, 7 de abril de 2017




     Como Almudena para apartarse de la boca aquel cabello, como aquel poema, ofrecido mi cuerpo desnudo a la entreluz del cuarto abandoné el instante de la permanencia frente a la imagen que de ti tengo por las noches y, como realmente estaba solo, nadie como en aquel poema de Almudena Guzmán se reía de mí. Así, asustado de mí en la noche oscura, solo conmigo en medio del pasillo y con mi cuerpo derretido por vivencias trágicas no me lo pensé dos veces y arranqué a llorar.




jueves, 30 de marzo de 2017



     Cualquier día el timbre te transcribe, de adentro hacia afuera, en la lengua de los presentimientos, te postra ante los ojos de la madre... No, espera; amo. Y como amo digo otras cosas con la pretensión de hacer mirar despacio, acariciar suave, curar escalofríos. Como amo se ama bastante bien. Como amáis, decidme, ¿Cómo se ama? 
        Cualquier día suena el timbre atronador de la vergüenza, despierta a los vecinos, ladra el perro. Pero como amo, duermo, me tapo los oídos, digo que están cerradas todas las ventanas. Querer estar dormido, que me amas.




miércoles, 29 de marzo de 2017




   Frente al griterío de los gorriones de la mañana, frente al intento frustrado de recordar tus sueños, esto ultimo si resulta que esta noche has conseguido pegar ojo, no eres más que inquilino en tu propio hogar. Te gusta hacer memoria caiga siempre quien caiga y esto es más aberración -eres vicio caro, digo, de tu pasado- que belleza por lo vivido.
     El agua transcurre limpia y clara como su pelo inolvidablemente hasta abajo, parece que estuvieras escribiendo una canción; y la pasta de dientes nunca será tan fresca como la manera que tienes de explicarle a los tuyos porqué te has enamorado de alguien mucho mayor que tú.
     Ni Luis Barahona de Soto, cuyo monumento que no he visitado queda más cerca de su tacto que del mío, recitando sus versos: Dejé al momento el perezoso lecho, / y a los gemidos tristes y al estruendo, / y al llanto general por todos hecho, / a las ventanas me asomé corriendo.




martes, 28 de marzo de 2017




    Amanece un hermoso día, antes siempre uno de tantos días desapercibidos en que el mundo se come sin hambre; el niño insolente que es insolente por lo que carga a la espalda de pronto suspira y nota un ligero alivio. 
  -Sí, sin duda es un hermoso día pero dónde están mis males, -me recrimina dañino en su mirar- de qué adolezco que no me acuerdo. 
  Un día que seguramente acabará de la misma manera que ha empezado: Amanece un hermoso día...




lunes, 27 de marzo de 2017




     Adolescentemente aturdido todavía, sin desperezar para no perder lo poco que le queda de la maravilla del sueño de ella y él, abrazados/humedad de un río que de pronto es cama y de pronto es lecho extenso de verdísima cebada alta, cierra los ojos de nuevo y todo vuelve a empezar: otra vez el insomnio, ya puede elegir otra vez con quién soñará -si duerme- esta noche; todo esto lo ha vivido antes pero no recuerda haberlo asumido nunca. -Con ella, con ella, -dice. Y duerme, y el sueño es el acercamiento de distancias. Escribe música y estudia el solfeo que muy pronto aprobará su hija.








sábado, 25 de marzo de 2017




     Como Tzu cuando soñó ser una mariposa, raro a veces, emocionalmente roto, descompuesto en varias piezas, echado en la cama todavía quince minutos después de despertar, como si la belleza del mundo otra vez fuera cosa de los otros. Y realmente lo es -odiosa distancia- o eso dice. Nunca será feliz pero porqué se asombra cada vez y llora, qué aire espectacular y negro ha respirado que se ahoga cuando cierra los ojos y hace memoria, quién baraja las cartas tan temprano, porqué se muere.






viernes, 24 de marzo de 2017




     Rodeado de gente complicada con vidas complicadas con hijos difíciles de entender en una noche estomacalmente rara necesito atraer la atención de un mínimo público que escuche lo que tengo que decir sin parpadear a lo tonto y hablar acaso lo justo para pedir otro sobrecito de azúcar. La camarera está cansada, llueve y prevé que en su bicicleta pasará frío. No tiene quién la entienda: Estas son las personas que me gustan, la incomprendidas, las que me necesitan para no sé qué cosa extraña, las que siempre pisan en falso.




jueves, 23 de marzo de 2017




     Que, pese a todo lo de ahí afuera la vida es preciosa, uno lo descubre una mañana de últimos de marzo en que despierta canturreando una canción rara, por lo desconocida, y batiéndose en duelo de sonrisas con los geranios del patio cubierto y con la madrugadora pareja de gorriones impasiblemente posados sobre la antena del tejado. Y cruzas por allí, y delante de cualquiera de las puertas que una tarde atravesaste decidido porque sabías que los dos merecíais ser felices, un gusanillo te sube del estómago a los ojos, llenándotelos de agüita, y cambias, involuntariamente, de canción.




miércoles, 22 de marzo de 2017




     Me conformo con que las aves canten las mismas cosas y las iglesias altas sean tan conocidas como en mi pueblo donde te mirabas al espejo y te quitabas una pestaña o un granito para que yo te fotografiara mientras algo me hacía pensar que te decías a ti misma que ni eres poeta ni lo pretendes. Con frecuencia suenas todavía en el hueco de la piscina y la fuente de ladrillo antiguo se ha encendido y no la has visto. No volveré a aquella casa donde de pronto dijiste vete y guarda un asiento para mí. El concierto dio comienzo con algo de retraso y cuando llegaste, no sólo dedicamos el tiempo de la música a mirarnos de reojo y a tocarnos las manos sino a procurar seguridad para una relación que acababa de empezar. Recuerda siempre que abandonamos el aula al primer error de aquellos dedos sometidos en un piano a la bella dificultad del Hallelujah de Cohen.




lunes, 13 de marzo de 2017




     El agujero del aprendiz, el negro, el celo oscuro, el niño de la cólera, y el columpio oxidado y solo mecido a duras penas por el viento el día de la fiesta de las ortigas. La magulladura íntima, el rincón personal, el último en la fila por todo menos por la rebeldía. El primer beso -solo cuando sus ojos- de amor.