Desbocado por la inocua soledad de las últimas horas, y a sabiendas de que un te quiero siempre ha sido cosa de lo ajeno, el niño inocente que fue frecuenta recuerdos que no le pertenecen en busca de un futuro tan improbable como incierto.
viernes, 30 de diciembre de 2016
miércoles, 28 de diciembre de 2016
Acepto seriedad. Me incluyo en ese grupo de personas. Compro todos los espejos y luego no los quiero para nada pero no los vendo ni los regalo. Te escribo y los rompes. Eres como ellos pero dices que no y basta, no sigas, tengo el corazón suficientemente abierto. Entras, y nada es como yo te había prometido pero sabes que si de pronto una bomba estalla, sólo tú, tu niña, y yo vamos a quedar a salvo. Una promesa es una promesa.
jueves, 22 de diciembre de 2016
Hay personas que tienen por costumbre la niebla, personas con aficiones cuanto menos curiosas. Si te ven triste, por ejemplo, o notan en ti el más mínimo sentimiento de culpa enseguida se te acercan con la boca rebosante de un empalagoso pase lo que pase aquí estaré, y créeme que lo dicen de verdad. Asombra cómo estas personas son capaces de imponer el cariño y la humanidad por encima de su propio sufrimiento. Dirás que fue fácil para ellos lograr ser parte fundamental de jardines ajenos, pero a la alegría no se llega porque sí. A lo que voy es a que, gustosamente, lo pagan caro.
miércoles, 21 de diciembre de 2016
La ansiedad es un dolor de
testículos que no encontró su sitio -¿por temor?- en el campo de la poesía.
Tengo antepasados que en cambio sí llegaron a destacar, me dice, como cierta
manera de entusiasmo que molesta. Y añade: tú elegiste ser como ellos.
Lo sabe Victoria Io -juzga además mi vulgaridad para hablar de ciertos temas- por eso sacó esta foto.
martes, 20 de diciembre de 2016
miércoles, 14 de diciembre de 2016
martes, 13 de diciembre de 2016
Seguirás hablando de ella a tus amigos, mientras ellos la verán, oscuramente impasible, bailar con perros y sirenas. Y dirán que por la amistad se callan, que por el cariño prefieren la conformidad del silencio a la revolución de un patio de luces.
Dice más Charlotte Brando con su fotografía Les attaches électives de lo que yo jamás diré con mi literatura barata, pero a mí sí, a mí escribir sí que me salva.
Dice más Charlotte Brando con su fotografía Les attaches électives de lo que yo jamás diré con mi literatura barata, pero a mí sí, a mí escribir sí que me salva.
sábado, 10 de diciembre de 2016
domingo, 4 de diciembre de 2016
sábado, 3 de diciembre de 2016
Dicen que vivió esperando que ella le dijera ven. Fue un hombre cobarde, de los que se sientan junto a las personas que todo lo ven mirando al suelo. Para él, que las cosas del corazón siempre fueron lo importante, más dedicación merecía la tarea de idear una manera de que cuando su alma muriera sus huesos siguieran esperando. Y así fue, permaneció siempre, junto a un agradable olor a vieja ternura.
viernes, 2 de diciembre de 2016
-Es
necesario concienciar a la gente de que la felicidad es tarea responsable que
cargamos a la espalda de nosotros mismos y para con los demás y que, como mujer
o juventud, es un dolor que hemos de superar demasiado pronto. A lo largo de
una interminable escala de blancos lloran nuestros ojos ante la emoción
desconocida que nos hace considerar las cosas dos veces, en cambio sabemos que
no es propiamente pena ni dolor. Todavía no sabemos de qué se trata, en qué
terreno fangoso jugamos. La felicidad tiene ojos, y boca; respira si la
acaricias. Dadme el tiempo necesario para el olvido, dice, y seré lo que
estabais esperando.
En días como hoy pido un deseo: que esta lágrima que cae
como tiro de gracia sea de felicidad y hablo con ella. Me dice que no hacía
falta pedirle nada, que en días como hoy la melancolía es un triunfo del
hombre, más si has aprendido a mostrarla sin miedo.
-Sí, pero qué fácil es hacer daño a las personas que
queremos. Me cuesta creer que de tanto arrepentimiento que acumulan mis huesos,
la celebradísima felicidad de un cumpleaños ya no sea de mi incumbencia, que no
sea ya de mi incumbencia la sombra que no ve porque la gente que solía
sonreirme, casualmente sin otro interés que verme sonreír a mí, ya no está. Y
dónde está el descarado que patentó mi nacimiento. Si tal vez mañana los
hombres enamorados me convencieran, yo cerraría todas las puertas y me escondería.
-Feliz día, Jesús, amigo mío. Intenta no parecer demasiado
triste, y no le des demasiadas vueltas a la idea de que la única persona que te
hace feliz olvidó el día de tu cumpleaños. De las vueltas que da la vida no
puedo decirte nada, pues no todos interpretamos de igual manera las piedras del
camino.
-Ya, si yo la quiero; mira si la querré, que en lo que dura
este diálogo habrás podido notar cómo algunas palabras importantes han salido
de mis labios en forma de susurro.
-¿Y ya está? ¿Así piensas dejar a tus lectores?
jueves, 1 de diciembre de 2016
Me ahogo, así había de ser. Contra todo sentimiento de culpa escribo, escribo, escribo pero las palabras no me salvan de la insatisfacción. Tengo un nudo en la garganta y una congoja crónica. Quiero irme, pero tengo una reunión a las 11:30. Además, mañana es mi cumpleaños y espero a J, imagino que de un momento a otro entra por esa puerta.
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