La novia de los dieciséis años, por ejemplo, las butacas de atrás en el cine, el primer coche, el amigo al que nunca es necesario escribir para decir que estás mal, y el desconocido que siempre da mucho más de lo que tiene; en todos estoy y todos perviven en mí. Pero la vida se ha cebado con mi hondura, me ha traído fiebre y decepción, me ha ofrecido la oportunidad de escribir un bonito diario a la altura de mis poetas favoritos que rompo por completo cuando casi estoy a punto de salvarme, de decir estoy curado y soy feliz. Y ahora tengo que empezar de cero pero cómo, porqué sino porque para vivir un año es necesario / morirse muchas veces mucho.
lunes, 30 de octubre de 2017
Suscribirse a:
Entradas (Atom)