lunes, 31 de octubre de 2016




     Amaneció temprano, desayunó rápido, y regresó de nuevo al dormitorio; allí eligió la sonrisa más bonita del primer cajón del tocador donde un día las dejara guardadas, peinó con esmero su larga melena, retocó de colorete sus mejillas blancas y asustadas y, todo listo, se dispuso a salir ahí afuera no sin antes regresar sobre sus pasos y, dirigiendo una última mirada al espejo, decir te quiero. Ella, que es como yo.





domingo, 30 de octubre de 2016




Golondrina de invierno sola en una rama entre los pinos musculares de mi cuerpo: no te me vayas. Marcha si quieres por evitar estos paisajes nevados de hospital, el mal presagio, el derrumbe, pero ahora que estamos a solas, que somos una sola voz y una garganta y no tengo miedo, déjame decir a todos una última vez que admiro y quiero tu permanente presencia desinteresada cuando digo aquello de los últimos días de mi vida. Ahora que pareces cuervo, niño bueno que sueña ser poeta.












jueves, 27 de octubre de 2016




Fuéramos religiosos para justificar nuestro templo, nuestra estancia en los jardines de la vida que de pronto se secan / donde acaso para que nos recuerden con alegría ni nuestra sombra perdura. Orgullosos con ánimo de lucro / nos pasamos la vida esperando una visita a la que mostrar nuestra casa sin tapujos. Nos quitamos la ropa, somos llorones desnudos. Capítulo I. Una gárgola nace, gárgola por el dolor que arrastra / cobra vida / se ha hecho piedra e inmediatamente empieza a fraguarse una historia que contar pero nada es lo mismo: guarda memoria. Es curioso cómo para apreciar la vida / tienes que haberte muerto / al menos un par de veces. Lo dice Judith beneficiaria.




miércoles, 26 de octubre de 2016




     No me ves pero me miras con lástima. Creo en ti y te defiendo. Heme aquí que hoy tengo el dolor de las margaritas escribí, Me gustaría hacer el dolor / como su tacto respondió Alicia. Haces el intento de pronunciar palabra entonces. Qué suerte tenerte, haberte tenido, qué suerte poder traerte a mi memoria si quiera en lo que dure una jornada de frío. Y te retengo, acercándome a tus labios con mis dedos: no digas nada Amor, deja que el tiempo...





martes, 25 de octubre de 2016




     Todo nace muerto. La historia se repite porque está muerta. Las cosas vivas suceden una vez. Si no has levantado a tiempo el hogar de tu familia cómo ibas a mantenerlo, tenías prisa y odias el tiempo que sólo cuando se ha perdido es tiempo. 
     Dirás que ya has leído esto en alguna parte, desde luego no en tus anteriores vidas de gata. Quiéreme vivo y no me engañes, mas si muero pronto no me llores, no demasiado, aparte aún te debo los jardines frescos, el desayuno tardío, la literatura demente.









lunes, 24 de octubre de 2016




     Urge decir el dolor, pero decirlo bien. Cuidado con algunas personas que confunden un rostro serio con cualquiera de las cosas oscuras. Sé que tú no eres así. Se han juntado mis emociones se han hecho piedra y hay un río. Que lo demuestren las aves que me ven brillar en el fondo luminosamente hundido en el lago, que no quede en el cielo una sola callada, una sola que no diga tu nombre que no ha entendido que soy / fui prematuramente herido al nacer. No dejes que la niña sepa nada de todo esto.









jueves, 20 de octubre de 2016




     Llueve. Ayer te despidieron del trabajo. Te abrieron la puerta y añadieron: has de reconocer que esto no es lo tuyo. Ni siquiera un mes y ya estás otra vez buscando trabajo. ¿Qué pasa con el futuro de ella y de su niña? Ya no podré construir la casa con mis propias manos, a ratitos los fines de semana. De regreso, a dos kilómetros de mi pueblo me quedé tirado con el coche: dijo el chico del taller que costará más la avería que un coche nuevo. ¿Y qué pasa con ella que no me ve? ¿Me quiere, no me quiere? ¿Cuidará de mí como yo cuidé de ella cuando me necesitaba? Siempre este tiempo de las margaritas y siempre estas ganas de dormir.