jueves, 30 de marzo de 2017



     Cualquier día el timbre te transcribe, de adentro hacia afuera, en la lengua de los presentimientos, te postra ante los ojos de la madre... No, espera; amo. Y como amo digo otras cosas con la pretensión de hacer mirar despacio, acariciar suave, curar escalofríos. Como amo se ama bastante bien. Como amáis, decidme, ¿Cómo se ama? 
        Cualquier día suena el timbre atronador de la vergüenza, despierta a los vecinos, ladra el perro. Pero como amo, duermo, me tapo los oídos, digo que están cerradas todas las ventanas. Querer estar dormido, que me amas.




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