La amapola domina las distancias. Estoy aquí por ella que es la flor que tú has elegido. El sol de las nueve y media la desprende de un rocío que al parecer ya tiene que irse, y la invita a tomar el primer vuelo a tus caderas. Esto en una canción de Sabina estaría bien. A juzgar por su canto despistado los verderones no superan la edad permitida para viajar en primera clase. Cierro los ojos, y así es como me reitero en la pena de no poder hacerte feliz si no me ayudas.
"en la pena de no poder hacerte feliz si no me ayudas."
ResponderEliminarGracias Ángela. Un abrazo grande.
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