En
días como hoy pido un deseo. Que esta lágrima que cae como tiro de gracia sea
de felicidad, y hablo con ella. Me dice que no hacía falta pedirle nada, que en
días como hoy la melancolía es un triunfo del hombre, más si has aprendido a
mostrarla sin miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario