Los nudos en la garganta aprietan pero no ahogan. ¿Y los nudos del corazón? Te hablo del corazón, salir ileso requiere una valentía. Yo vengo a ofrecer mi corazón, que dijera el gran Fito Páez, ya sé que no es fácil ver quiénes están a tu lado en un momento como este. Cómo poco a poco tú sola te vas curando de la herida más dolorosa que nos tenían preparada a los de aquí abajo. Y cómo entre homenaje y homenaje a tu nombre y seña logro arrancarte alguna preciada sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario