domingo, 27 de noviembre de 2016




  Me inquietan bastante las personas felices, más las personas que buscan ser felices a toda costa, y aún más las personas que van por ahí como si estuviera la vida para celebrar algo.
      Son casi las dos del mediodía, no tengo hambre, y me he pasado la mañana haciendo preguntas tontas a lo gris del cielo; él sí merece una celebración.













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