miércoles, 30 de noviembre de 2016




     La suerte está echada. Era de esperar que esta puerta se abriera hacia afuera: las puertas de las oportunidades se abren hacia afuera. Te lo dice un joven que ya ni recuerda cuántas veces ha empezado de cero. Apenas planteado el lugar exacto donde levantar la casa pienso en construir dos ventanas: una para los tres y otra para ella sola, pero este es otro tema que no vamos a discutir ahora. Todavía tengo que echarte en cara muchas cosas. Que eres mi conciencia lo acepto, que estás aquí por mí lo acepto, pero jamás vuelvas a pedirme que admita que sólo a partir de la enfermedad aprendemos realmente a valorar. Sabes jugar limpio y no juegas limpio. Sales al campo y todo lo que se te ocurre es venir a reprocharme estos veinte y ocho años de lucha, pero continúa, también yo puedo oír esa voz, y si algo puedo aconsejarte es que si de verdad quieres silenciarla has de hacer que parezca un cuento.




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