lunes, 8 de enero de 2018




     La historia de mi abuela es la de una mujer que, además de regalarme para reyes un pijama y unas zapatillas para andar por la casa, se encuentra en la calle una moneda de veinte céntimos, que brilla como el arco iris, parece magia, y me dice: toma, que los he cogido del suelo, a ver si te traen suerte. Yo, que la miro mientras toma la moneda con las manos y me la entrega, veo en su cara algo que no sabré decir, que acaso imagináis, y sonreímos los dos como recuerdo haber sonreído cuando recibí el primer mensaje de un amor.




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