lunes, 6 de junio de 2016




Hoy, al despertar, te he imaginado hablando con mi madre a mitad del pasillo. Esto antes del correspondiente mensaje de buenos días. No sé de qué hablabais porque ahora sé que todo ha sido una alucinación, pero manteníais un tono bastante cariñoso, tanto que hasta he de reconocer que me ha dado un poco de miedo: habla flojo, no vaya a despertarse; y mi madre: tranquila, tiene un sueño profundo. No sé si alguien en el mundo habrá pasado por esto alguna vez en su vida, supongo que sí, pero lo que sí sé a ciencia cierta es que es muy difícil escapar de las garras de la ilusión cuando esta se afana en cumplir su destino. Yo no quiero escapar. Eras niña con su casa de muñecas.







No hay comentarios:

Publicar un comentario