sábado, 18 de junio de 2016




     Hombre en construcción, joven promesa del jardín, espinoso cuerpo sin explotar todavía tiene respuestas para todo menos para el prematuro odio que gobierna su cuerpo. Cuidado al tocarlo, las espinas tiernas son las más eficaces si tienes pecados sin confesar. Pero el hombre en cuestión ya no es un niño y él lo sabe: Riti del corpo. Difesa della Luce, de Roberto Kusterle. Seguramente yo no sepa ni sabré qué quiso el artista decir con tanto aparente caos interior, por lo cual: el hombre espinado sólo puedo suponer que sea yo, entonces me despojo del dolor, que no significa nada porque contigo sólo será la alegría, la pasión por vivir, y para que no sean tus manos las manos que sangren por mis espinas.






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