martes, 21 de junio de 2016




     Tengo un cuerpo medio bosque medio incendio forestal. En esta disyuntiva despierto y duermo y pienso en ti como lago. No te molesta porque no lo sabes. No piensas en quitarte ni la ropa ni la vida. Eres así de complaciente con lo que no se sabe: hasta cuándo, por ejemplo, durará nuestro tormento. Amigo del bien. Testigo incongruente del mal. Hermano menor de los cuentos que he empezado a coleccionar para tu hija mi cuerpo desnudo es incansable y silencioso. Algunos animales que me habitan se sientan y lo escriben. Lo bautizan otoño oscuro por las tardes. No ha elegido su perfume y, sin embargo, parece saberlo todo de ti. Yo me siento y lloro. Mientras lo contemplo. Mientras busco dónde está el poema.




No hay comentarios:

Publicar un comentario