viernes, 29 de julio de 2016




     ¿Porque tú tienes un animal preferido y yo no? Se me llenan los ojos de agua cada vez que lo pienso. Ya ves querida qué tontería pero respóndeme: de qué guerra regresáis tus gatos y tú. Y su alimento: qué ratón que no he visto yo primero logra escapar todos los días de sus desayunos, en qué agujero diminuto guarda su secreto, de qué cocina se apropia que no invade como si no conociera ni mi espacio ni mi tiempo. No ha muerto, es fácil adivinar que el ratón vive y es que se ve que a tus gatos, como a mí, los tienes bien enseñados. Lo que no sé es a qué animal servirá entonces de alimento, cuál será su correspondiente trágico destino siendo que a veces nos miro y no nos flaquean las piernas ni nos decrece el vientre. No leas este cuento a la niña o te colmará de preguntas.




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