sábado, 21 de mayo de 2016




Son las frondas más oscuras las ojeras de tu cara. Te cae un mechón de cabello mejilla abajo y gobiernas en el reino de las sombras. Tienes la pena del impaciente arbusto que no puede esperar el tiempo de los murciélagos. En cambio cuando estás contigo misma, sólo tú alzas la frente y sales y merodeas los jardines del temido castillo de la valentía. Quiero decir que cualquiera huye antes que tú y tiene más miedo. Ningún hombre ha sido ni será nunca más eficaz a la hora de convertir la lágrima en perfume, lo que me convierte a mí en un hombre orgulloso de estar a tu lado en la batalla.








No hay comentarios:

Publicar un comentario