lunes, 27 de junio de 2016




     A alguien le parecerá demasiado precipitado querer pasar el resto de mi vida cuidando de ti y de tu hija, alguien que no arriesga sus pies ni se asoma valeroso al abismo ni ha probado el delicioso jugo de la fruta de tus labios. Alguien qué. Alguien cuándo. Alguien dónde que no le creamos o tapemos nuestros ojos con increíble venda de seda para que nadie decida algo tan importante para nosotros como nuestro futuro, ni el aire que pesa, ni la paloma mensajera que se cansa, ni una larga carretera.
     Lee este cuento a la niña cuando despierte, y lo que ella entienda será lo que signifique y lo que merezcamos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario