lunes, 6 de marzo de 2017




     Agradecer la buena fe de mamá. Los tiempos de la fiebre son inminentes. Nos odia el mundo, los poetas lo dicen bien. Quien hace caso omiso odia a los poetas y dice cosas feas de sus ojos y de su boca, pero mamá siempre los defiende. Mamá sabe también que una imagen vale más que cien palabras y en las noches del no saber, sin decir casi nada nos recuerda porqué hemos de enfrentarnos a los monstruos de la infancia. Otra vez aquí, parece que no me hubiera movido. Ya lo tengo todo preparado -dice el poeta-, estoy listo. Y nos limitamos a esperar, sentados a la orilla del pensamiento a que bienflorezcan las rigurosas estructuras de marzo.




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